Wednesday, March 24, 2010

La Guerra Vasca: Extractos de Irracionalidad

O Iruzki Saindia, eman zahuzu biziko eta hileko argia!
(¡Oh Sol santo, danos la luz de vivir y de morir!)

Los romanos afirmaron que los vascos eran guerreros salvajes de razas varias.
Que su lengua y costumbres eran diferentes a todos los pueblos celtas.

El sol y la luna
son hijas de Lur*.
Por el cielo durante el día y la noche pasean.
Y cuando están cansadas
regresan a su seno.
*Lur (Tierra)


Sol ( Eguzki, ekhi, iuski)
El sol es sagrado para los vascos. Es femenino.
Cada amanecer nos protege con calor y poderío
frente a los espíritus nocturnos,
brujas y otros seres malignos.

La paz es una fiebre
que al dolor fija un precio.


Abierta la orbita sanguinaria
quema el deseo de libertad en sus venas jóvenes
y la tierra sufre
por tanta sangre que se derrama.


La Luna ( Ilargi)
es una especie de abuela.
En las noches frías alumbra las almas de los difuntos.
Por vieja es sabia y de mucha influencia.

La muerte en vano no ayuda a la identidad.
El presente tiene otras virtudes
y la irracionalidad no es una de ellas.


Los dedos han perdido su forma
al ser quemados por las llamas.
Se queja de dolor.
Se queja por miedo.

El coche bomba activado hoy en la calle Ocaña
eleva a 30 el número de atentados cometidos por ETA en Madrid mediante este procedimiento,
que ha costado la vida a un total de 54 personas, entre ellas un niño de dos años.


La misericordia es hueca
bajo los pasamontañas.
Oye el grito que gime,
ve el miedo en los ojos.
La pistola
que sigue palpitando,
descarga las balas,
violenta,
gris y fugaz.

La guerra sucia
es tan repugnante como la guerra de guerrillas.

Las ideas enfadadas muerden.
Al mismo tiempo destrozan cabinas de teléfono
y queman bancos, cajeros automáticos.


Basajaun
es el señor de los bosques
de cuerpo humano y larga cabellera.
Un ser de fuerza inusual
protege los rebaños de los pastores.
El lobo no se atreve a cercarse
y los pastores pueden dormir tranquilos.

Basajaun apareció muerto en una campa de Itziar (Deba)
con evidentes signos de violencia.
Su cadáver fue hallado con un tiro en el corazón.


¡Que se sepa que en las calles grite por otras muertes!

-Quise justificar como necesaria la violencia-


Me duele el grito del herido que gime.
Levanta la explosión el aire y hiere con su filo.
Bocanadas de muerte que no duerme.
Llantos que cantan como perros enloquecidos.
Todos somos culpables de una hilera gris de muertos que no son fugitivos.
“……JOSE LUIS JUAN PAGAZAURTUNDUA RUIZ BONIFACIO MARTÍN HERNÁNDEZ JULIAN EMBID LUNA JUAN PRIEDE PEREZ CECILIO GALLEGO ALAMINOS SILVIA MARTINEZ SANTIAGO
JUAN CARLOS BEIRO MONTES ANTONIO MOLINA MARTIN RAMON DIAZ GARCIA JOSU LEONET AZKUNE JOSE ANGEL SANTOS LARANGA IGNACIO TOTORIKA VEGA SANTOS SANTAMARIA AVENDAÑO FROILAN ELESPE INCIARTE MANUEL GIMENEZ ABAD SANTIAGO OLEAGA ELEJABARRIETA JUSTO OREJA PEDRAZA LUIS ORTIZ DE LA ROSA JOSE JAVIER MUGICA ASTIBIA MIKEL MARÍA URIBE AURKIA JOSE MARIA LIDON CORBI ANA ISABEL AROSTEGUI LEGARRETA JAVIER MIJANGOS MARTINEZ DE BUJO…….”


El dolor es una tormenta que regresa y regresa.
Palabras ayudarían.

Las balas gritando
como castañuelas enfurecidas.


Esta maquina que no deja dormir
entra directa en la ciudad como una bestia,
repleta de ladridos funerarios,
siempre llega insospechada e hirviente.
Es de tipo traidor.

El que pone una bomba solo ve la razón
y no los rostros polvorientos o cuerpos masacrados.


Una mañana
todo lo que ha sido no será nada.
La ceniza
que un día quemo los coches
pertenecerá a un recuerdo
una pesadilla
o historia.


Traen las balas punzadas de odio.
La libertad no se encuentra en la muerte.
La guerra vasca es amarga
y esta llena de extractos de irracionalidad.
Plantarse de pie no acarrea volar un cabeza.
Se puede luchar y azotar al enemigo
sin asesinarlo ferozmente.


Toda la sangre en el suelo
pertenece a las vidas que han sido derramadas.

Preso esta en una cárcel
que nunca abandonara.
Dejara atrás los muros
después de treinta años o mas.
Pero preso seguirá.
Preso por matar.

Tengo la certeza que hay un muro que delimita
mi infancia de esta tarde que tiene mañana.
Evite pelotas de goma y queme contenedores.
Hay noches que me acecha la ira
Pero yo la dejo dormir. ¡No quiero asesinar!

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha procesado al presunto integrante del 'comando Ekaitza' de ETA, Mikel Ayensa, por el asesinato, tras nueve intentos, del subteniente del Ejército Francisco Casanova, el 9 de agosto de 2000 en Berriozar (Navarra).

Mikel y yo crecimos juntos.
Francisco Casanova era vecino de mi cuñada.
Los tres vivíamos en Berriozar.


Tengo miedo a que la prisa a decir NO AL DIALOGO apresure y muerda
y que la esperanza de paz desaparezca.


Un hombre desarmado no viene a herirte.
Un hombre armado puede herirte;
sea policía o gudari.

No hago muecas de horror ante una bomba
porque mi sentidos están acostumbrados,
oxidados, dirigidos hacia el olvido.


La violencia afronta batallas moviendo la muerte
donde la estrategia política la necesita.
Por los años que descarrila y manda a dormir,
debería disculparse, por lo que trae y se lleva.


Es increíble que la historia no reclame más.
Hoy por hoy, en el día a día,
la paz vive como un enfermo con VHI,
esperando empezar a morir cualquier día.


El asesinato trae una bandera de colores imposibles.
Tanta herida abierta trae el peso de los obstáculos.
El odio es una idea tan perfecta que asusta.
Es universal su resultado.
Un hombre coge un arma y mata.

No me puedo ni imaginar el temor a ser asesinado.
El miedo que se debe sentir.


Gudari
significa soldado vasco en Euskera.
Euskera es la lengua de los vascos.



“……AINHOA ADIN JÁUREGUI ASIER AGINAKO ETXENAGUSIA GOTZON ALCALDE ETXEANDÍA JAVIER ARRUABARRENA CARLOS GARIKOITZ ASPIAZU ALBERTO BARREÑA ZUGAZAGOITIA MARINA BERNADÓ BONADA JESÚS IGNACIO BLAS CEA AITZIBER COELLO ONAINDÍA ROBERTO DÍAZ LETAMENDI JOSÉ MIGUEL ECHEANDÍA MEABE OIER EGUIDAZU BERNAS IBON ELORRIETA SANZ CARLOS GARCÍA PRECIADO ENEKO GOGEASCOECHEA OIER GONZÁLEZ BILBATUA ZIGOR MERODIO LARRAONA GRACIA MORCILLO TORRES GORKA PALACIOS ALDAYIGOR LETONA VITERI SANTIAGO VICENTE ARAGÓN MIRÓ…..”



Ante un bomba
odio en mi pecho el azote
porque sin rumbo condena a llorar
y clava en mi cabeza musicales imágenes que son túneles.
Por la noche bostezo el abanico de dolor,
rodeado de gritos, amenazado
y quizás mas que eso,
desventurado por lo contemplado.

¡PAKEA!
¡Necesitamos paz!
¡Necesitamos paz!
¡Necesitamos paz!

La victima
que ha vivido la ceremonia de la muerte
y siente que su inocencia ha sido robada
no puede perdonar. Es humanamente lógico.
El que ha amado con intensidad no puede oír,
no puede remover y remover el dolor para ser filtrado
según sea mas adecuado para la coyuntura política del momento.
Y esto es un común denominador para todos,
seas guardia civil o militante de ETA.
¡Al que se le ha quitado nada le puede ser entregado!

Aun así, tanta pieza y puzzle desmontado
merece ser reparado y enmarcado,
o guardado en alguna obsoleta caja,
o tirado a la basura…
antes de ver nacer de nuevo otra terrible muerte.


Usando geografía, empujando un territorio incierto,
el habito aviva las grietas en el verbo: SOY vasco.



Personalmente,
prefiero la lógica de lo imposible, la rima y la prudencia.
Prefiero la paz y que la palabra se quede paseando.

Con pulmones llenos de una queja que esta presa,
respirando una verdad que por podrida es turbulencia,
junto al vidrio roto por el desorden de la guerra
puedo ver la calma que actualmente no es sino una esperanza.
Espero que la paz se quede.
No merecemos tanto dolor hinchado en sangre.


El portavoz
de la Asociación De Victimas Contra el Terrorismo
exige al Gobierno
que deseche la paz por presos
y exige el cumplimento íntegro de las penas.


Es mejor admitir la anchura y altura del problema:
-uno no equivoca un acto tan planeado como el asesinato-


Mis ideas esperaron sin prisa como piedras.
No voy a pasar de puntillas;
por años estuve dispuesto a matar,
a pesar de mis dudas y la falta de acuerdo.
Espere despistado.
Hablaba de política y la libertad de mi pueblo,
encendía en furia o leía libros de marxismo.
Es cierto que fui a buscarla.
Quise apretar el gatillo o poner una bomba.


Es extraño que estos labios,
cada vez mas despejados
hablen con tanta serenidad de un tema tan peliagudo
pero seria mi última torpeza no hacerlo.
Estuve equivocado y justifique la muerte
o no me importo el sufrimiento de otros


Noches en que la gasolina derrama ignorancia
en lucha con actos que quebrantan la luna.

La ultima generación vasca
con sueños afiliados escalan en la muerte,
pasto de la bruma que esquiva pensar.

La furia viste la oscuridad confabulada
En calles que quiebran el sueño tranquilo.

En el asfalto sin dormir arden las barricadas,
humo negro sobre el viento viaja.

¡Gora Euskadi!*– gritan-

*!Viva el País Vasco!

Esta mortal arrogancia guardiana
espina que penetra con lentitud latiente
tiene su grano de arena incrustado en mi conciencia.
Un montón de balas y muchos cuerpos.
Un montón de torturados.
Cal.
Hoyos que en su fondo entierran féretros.
Metralla esparcida en décadas viejas,
enredada y mortal. ¡Venenosa!
Puertas derribadas en la madruga.
Bolsas de plástico.
Cadenas perpetuas.
Circular violencia que entrega penas mortales.




Ninguna pestaña puede cubrir la lista de los muertos
que cuelgan y apunto están de saltar alborotando.
El problema radica en que la rabia no esta sofocada
y vuelve alentando penas, sufrimiento.
Digo yo
que corresponde al que anuncia y tolera la violencia pararla.
Y para eso es necesario aparcar las balas
y reconocer el dolor causado.


Las fiambreras provocan
esos cuerpos desnudos abandonados como juguetes rotos, explotados.
Infantes difuntos hundidos en el suelo no es retórica
o insecticida verborrea para atacar el independentismo.
Todos podemos ver los muñones.


Los ojos rotos como uva madura esparramada
y mi boca seca.
Sangre desperdigada por mi ropa.
Voy por la asfixia
como si no saldré nunca de ella.
Váyanse - ¡no mas!- dije resignado
agitando mis piernas para pedir hablar y respirar.


Extraño que entre tanta piedra y hierro
un pueblo provincial
no tire los inválidos puentes
y deje atrás las ruinas solitarias.

Me cansa no poder ver la paz.
No puedo comprender que el odio duela en mi pecho.
No puedo creer que la justicia sea un fugitivo
que otorgue muerte para ver luz.

Yo miro la agonía que queda en mis ojos.
El viento que en los arrebatos violentos sombras de muerte trae.
Enroscarse en una lucha de heridas no nos hace mas Vascos.
Nos hace criminales que han mordido el odio.



Existen
mas de 7000 denuncias por malos tratos y torturas


Bajo mi grito otro golpe aguarda su turno.
Los lidiadores que son elefantes con garfios de dolor
con palabras de cal mis oídos queman.

Sin lecho transito entre los guardianes
que uno detrás de otro
hunden sus puños en mi cuerpo.
Mi voz es sepultada por la vertida angustia.


La bolsa sonara y sin eco me asfixia.
Como un gusano me estiro
y mi sufrimiento es un dolor que me hace perro.
Enajenado por el ahogo hablo
y confieso hasta la muerte de mi madre.


Quiero apagarme y deshacerme.
Estas dolientes horas queman.
El guardia rasga mis pantalones
y me rasga el ano con algún tipo de tuvo
mientras me tira del cabello
y me recuerda cuanto me justa que me follen
porque todos los vascos somos maricones.

Estando en el suelo me quema la garganta.
Ya no puedo gritar. Estoy seco.
Dos guardias sin sigilo me mean en la cara.
Yo lloro y ellos se ríen.
Mis quejas de dolor sin fin se derraman.
Mi llanto esta roto.
Quiero morir para que todo esto termine.


Tenía los pies al rojo vivo, hinchados y doloridos.
Me obligaron a realizar flexiones hasta la extenuación,
hasta que el dolor de las piernas era insoportable.
Los pies me escocían, los tenía al rojo vivo,
hinchados y doloridos.
Las piernas no podía ni tocarlas,
las tenía tan congestionadas, cargadas…

Trajeron los electrodos, me los enseñaron,
ya me habían dicho antes que me los pondrían.
Me decían que, tras una descarga, tendría cáncer.
Me orine encima.


¡ La batalla no esconde la muerte
y nos dejara vacíos!


Quiero escribir para registrar la historia
que tan necesaria es para los vascos.
Mi intención no es dócil,
palabras son necesarias en esta estupida guerra,
recordar que este pueblo existe
pero sus actos también existen.
Es irracional y delirio pretender justicia la libertad
colocando bombas.
También es de anormales descerebrados
pretender que un pueblo
puede ser sometido contra su voluntad.

A mi la patria me importa.
No es abstracto y a veces suene mal
estar asociado a las palabras vasco y patriota,
aun así,
por los lugares en los que he crecido,
las montañas,
los valles,
los ríos y su gente..
por todo esto entregaría mi vida metafóricamente hablando.


Pimienta en vez de dinamita.
El picor desencadena escozor
pero no torbellinos.
Hay mucho torito bravo suelto
dispuesto a todo
menos vivir en paz.

Los impactos de bala produjeron la muerte instantánea de Emilio Castillo al atravesarle el cráneo un proyectil, con casquillo calibre 9 mm parabellum. Los dos compartíamos el mismo nombre y apellido. Ahora se lo que significa guerra civil.
Traspasa dolorido mi odio
esperando que me muerda el sosiego.
Es decrepito que la carne no se estremezca,
que no deje la muerte balance.
Los vascos somos figuras entristecidas.
Un pueblo de lastima y acoso.
Huelen nuestros pasos a muerte
y se enturbia ensangrentada nuestra reivindicación.
Los muertos son la boca que escribe la historia.


Se clava la tierra donde ha nacido
como mala hierva que sin muros pesa como piedras.
No hay nadie que defienda ya el castigo.
Es necesario que la hermosura de esta tierra deje de matar.
Se nos echa el tiempo encima quemando.
Al aire deben ser arrojadas las banderas.

Muge el sonido del fuego.
Una larga herida que enloquece el vaso vacío,
una abertura al borde del abismo,
presente porque no hay noche que no cree llagas,
que no vuelva revuelta .

Vivir en paz es dormir enroscado tranquilamente
y respirar sin el deber de temer al desconocido,
siendo la libertad verdosa al alba,
verdosa al atardecer.

Quizás este hielo dejaría galopando mi voz
si la rabia no descubriese que en el fulgor
el viento arrastra y no vaga la ira desierta,
estremece en la vieja pasión de crecer.

No es esta feroz hora dolor ni belleza
sino apuro, apuro de fuego que vive de la sed.
Que crece para advertir que esta cal esta viva y en armonía.
Hablo aquí de la fuerza que esta alimentada por odio.

La guerra vasca
y todos sus extractos de irracionalidad perduran.

Es tan ridículo
que una pesadilla como esta
marque la dirección de un pueblo.
Que a los que a la puerta se dirigen
no les importe el camino utilizado.

Es incomprensible
que un corazón caliente
se olvide de las palabras.
Que los jóvenes
que tienen sueños bonitos
transformen esa ilusión en asesinatos.

Es demasiado tarde
para los que se han roto,
pero aun queda cierta serenidad
para rectificar.
Para que la madrugada
no traiga un agrio azul despertar.


A veces me despierto
miro a la carretera
y no pasa nada.
Otras solo se respira odio.

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